EL NACIMIENTO DE MI FLOR: UNA EXPERIENCIA PARA COMPARTIR
En el frente de una casa vecina a la nuestra hay un cactus de unos 50 centímetros de altura. Lo vi por la noche, lo adornaban seis flores blancas; estaba sorprendida con su belleza, era la primera vez que las veía, tomé una foto; a la mañana siguiente, ya estaban marchitas.
Regresaba a casa a las 9:00 de la noche. No pude menos que observarlo: Tenía una flor comenzando a abrir. Emocionada, fui por mi cámara y durante dos horas estuve parada, haciéndole el registro. Cada cuatro o cinco minutos, si había silencio absoluto, escuchaba -casi adivinaba por la sutileza del movimiento- la fricción del aire al abrir ella, poco a poco, sus galas. Era BELLÍSIMA, parecía de velo y seda. La gente pasaba, me hacía preguntas, algunos tomaban fotos, todos se sorprendían porque no sabían que el cactus que de día miraban y era sólo hojas, floreciera. Creo que ese desconocimiento se debe a que esta variedad florece sólo una vez al año, de noche, ¡y de qué manera...!
Fotografía y texto:
MARÍA ALEJANDRA
Va pasando el tiempo desde que tomé estas fotografías. Cada vez que las veo me parecen más hermosas... Hermosa Natura.
ResponderBorrarVa pasando el tiempo desde que tomé estas fotografías. Cada vez que las veo me parecen más hermosas... Hermosa Natura.
ResponderBorrar