miércoles, 3 de agosto de 2016

BELLÍSIMA FLOR DE CACTUS

EL NACIMIENTO DE MI FLOR:  UNA EXPERIENCIA PARA COMPARTIR


En el frente de una casa vecina a la nuestra  hay un cactus de unos 50 centímetros de altura. Lo vi por la noche, lo adornaban seis flores blancas; estaba sorprendida con su belleza, era la primera vez que las veía, tomé una foto; a la mañana siguiente, ya estaban marchitas.

Regresaba a casa a las 9:00 de la noche.  No pude menos que observarlo:  Tenía una flor comenzando a abrir.  Emocionada, fui por mi cámara y durante dos horas estuve parada, haciéndole el registro.  Cada cuatro o cinco minutos, si había silencio absoluto, escuchaba -casi adivinaba por la sutileza del movimiento- la fricción del aire al abrir ella, poco a poco, sus galas.  Era BELLÍSIMA, parecía de velo y seda.  La gente pasaba, me hacía preguntas, algunos tomaban fotos, todos se sorprendían porque no sabían que el cactus que de día miraban y era sólo hojas, floreciera.   Creo que ese desconocimiento se debe a que esta variedad florece sólo una vez al año, de noche, ¡y de qué manera...!

En esta oportunidad estuve preparada para presenciar uno de esos cientos de milagros que suceden a diario a nuestro alrededor sin que apenas nos demos por enterados. Con esta convicción, muy feliz, me fui a dormir.

















Fotografía y texto:  

MARÍA ALEJANDRA